Canyelles

La población mantiene un pequeño núcleo antiguo bien conservado y rematado por un castillo con vestigios medievales del siglo XV y con calles estrechas y empinadas que nos llevan a él.
Es recomendable dar un tranquilo paseo por el casco antiguo empezando por el cruce de la carretera C-15 y la calle Nou. A menudo, el aroma a pan recién horneado invade las calles. Canyelles es conocida en toda la comarca por su larga tradición en la manufactura artesana del pan y en la elaboración de cocas. Se tuerce por la calle Major donde destacan algunas de las fachadas como la de can Sàbat, en el número 12, que conserva un arco de medio punto de piedra y un ventanal gótico en el primer piso, con mainel y un capitel decorado con elementos que aluden a la vendimia. La calle Major conduce a la plaza del Castell. Esta construcción –hoy propiedad privada– conserva una torre circular y parte de la muralla con cinco almenas. Muy cerca, se halla la Iglesia de Santa Magdalena, ya documentada en el siglo XVII, que junto con el castillo forman el perfil emblemático de la población. Este conjunto fue restaurado por Ramon Bouffard, barón de Canyelles, en 1858.
Canyelles es también el punto de partida para subir a pie, en bici o a caballo a los picos de L’Àliga (358 m.) y de El Montgròs (278 m.), dos miradores privilegiados de la comarca. Además, el municipio alberga una serie de caminos interiores donde se pueden hacer diferentes recorridos de naturaleza y culturales para así poder descubrir el paisaje verde de Canyelles.
Una de las actividades que se pueden realizar en este municipio es la práctica de la escalada a paredes de la penya de l’Escofet, lugar conocido como La Facu, y que está ubicado en el Parque de Olérdola.
Es muy aconsejable visitar Viladellops, a tres kilómetros de Canyelles, un núcleo que conserva todo el encanto rural. Es un caserío típico catalán rodeado de naturaleza y viñedos. Destacan la capilla de Sant Joan de Viladellops, construcción románica del siglo XII, en excelente estado de conservación, y la torre de defensa medieval.
Se puede continuar la visita hasta el conjunto monumental de Olèrdola, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Cataluña. En la Alta Edad Media, Olèrdola desempeñó un papel importante en la defensa y la repoblación de la Cataluña meridional. El conjunto forma parte del Museo de Arqueología de Cataluña, y sus instalaciones incluyen un centro de interpretación, que acoge una exposición y un servicio de visitas guiadas. Los restos más notables de este conjunto son la muralla, la torre romana, viviendas íberas, una gran cisterna romana y una torre, pinturas rupestres, la Iglesia románica y prerrománica de Sant Miquel y, fuera de las murallas, la llanura de Els Albats, donde se pueden observar pequeñas tumbas antropomórficas excavadas en la roca.